Para la realización de esta pieza audiovisual, me basé en algunas ideas presentadas en el primer parcial, pero en esta ocasión, la estrategia fue que predominase una mirada más subjetiva y contemplativa estética y técnicamente traducida en tomas donde importa más que nada la forma, la morfología de los elementos presentes (potenciada por la luz, el encuadre y el punto de vista elegido) en contraste con un episodio doméstico, íntimo y un poco absurdo, visto desde lejos, casi oculto, primero solo presentando el mero espacio y luego concluyendo con un breve registro donde prima la presencia y acción de los personajes, como la mejor estructura posible para relatar algunas sensaciones o sentimientos latentes en el contexto actual que tienen que ver con un constante estado de catarsis condicionado por la inevitable convivencia familiar. En cuanto al sonido hago una fundamentación aparte, su ausencia o presencia, dependiendo el caso, fue el recurso elegido para enfatizar estos dos estados o actitudes personales. El silencio representa el momento de catarsis y de mirada suspendida en contraposición con el sonido, que es ambiente, que en la mayoría de las tomas aturde un poco el sentido de la visión.
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